Capitulo 1 - elegido

Todo partio un dia en la noche, cuando un joven muy curioso pensaba en lo feliz que seria tener alas. Todos los dias, al amanecer, el miraba por la ventana los pajaros, admiraba el cielo y el viento. Esa noche el cayo en el sueño diciendo "oh... quiero... quiero alas..."
Aparecio en el cielo flotando, de la nada, maravillado con lo doradas que se veian las nubes a sus pies, con la luz del sol cercano en su cabeza... aparecio una entidad ante sus ojos, un ser completamente celestial si se ve bajo cualquier cultura, con una tunica celeste, cubierta de armadura dorada, y 8 alas gigantescas.
"yo puedo darte las alas" dijo la entidad, mientras lo miraba hacia bajo, ya que esta era enorme.
el joven maravillado mientras jugaba con las nubes entre sus dedos "¡si! ¡¡yo deseo alas, cruzar los cielos y atravezar el viento como nadie jamas!!"
-¿estas seguro? ¿quieres saber que se siente ser un pajaro?- replico la entidad al joven que lo miraba deseoso, el joven le sonrio y el angel enorme tan solo con apuntarlo con su indice, hizo que el joven sintiera una calidez indescriptible en su espalda, y casi de una manera natural, salieron 2 alas de su espalda.
El joven casi lloraba de felicidad, empezo a volar y vio su casa, las cabezas de la gente, recorrio toda la ciudad desde los cielos, subio lo mas alto que pudo, volo hasta la casa de su amada novia, y fue a ver por su ventana, y fue feliz viendola dormir tranquilamente, sonriente... luego volvio a subir hacia las nubes, las paso, llego tan alto que no habia ruido, y empezo a descender, cuando derrepente escucho a la entidad -esto no es un sueño... tu eres un elegido-
y no alcanzo a voltear hasta sentir q volvio a caer en su cama... desperto asustado, pero se calmo... estaba de cara a la almohada, y saltaron plumas... pero no eran como las de su almohada, eran gigantes... y al tratar de levantarse, sintio una nueva extension de su cuerpo golpear el techo... y sus alas lo cubrieron, no lo podia creer, grito incluso.
¿Hijo? ¿Paso algo? - grito su madre desde la cocina
Nada... ¡¡nada madre!! - respondio el joven con los ojos con lagrimas, pero su voz finjiendo normalidad mientras pensaba "¿¿y ahora que hare??"

Un nuevo dia comenzaba... y el ya no era un humano.